Para todos aquellos que no vivís en España os diré que últimamente se está debatiendo mucho sobre el pin parental en mi país.
El partido conservador Vox sugiere utilizarlo para que los padres puedan elegir de alguna manera los contenidos referentes a ideología que reciben sus hijos. Entiendo que lo hacen como reacción a lo que proponen los partidos de izquierdas de educar desde su propia ideología. Se abre el debate ahora de a quién pertenecen los hijos, sosteniendo el gobierno que a los padres no.
Yo me pregunto ¿A quién pertenece la escuela? ¿A los partidos políticos? Pobres niños y niñas españolas.
Me gustaría ver una escuela donde los niños y niñas acudan a aprender matemáticas, lengua, inglés, ciencias, historia... En una escuela de calidad donde los profesores reciban una formación de excelencia y los niños aprendan sin ser adoctrinados de ninguna manera para hacer de ellos personas formadas que decidan libremente. Lo triste es que eso jamás pasará en España, porque aquí nuestros políticos les da igual que ocupemos los últimos puestos de Europa, mejor para ellos, cuanto peor formados estén nuestros jóvenes más facil será manipularlos en un sentido u otro.
Señores políticos de todo el abanico ideológico, saquen las manos de la escuela, hay que mejorar nuestro sistema educativo, pero asignatura a asignatura, dejando a un lado las creencias e ideologías de cada uno para que sean los padres los que en su casa se ocupen de hablar de valores, religión, etc. En este caso no hay término medio, mis valores pueden no coincir con los tuyos, incluso si coinciden con mucha gente no puedo imponerle los míos a nadie, y menos en el colegio.
He visto exageraciones por todos lados estos días, sentido común es lo que necesita el sistema educativo, la escuela y los padres no pueden ir cada uno por su lado, pero cada uno tiene su propia función, la de la escuela es formar y la de los padres educar.
El problema de dar una formación de calidad es que los niños crecerán y serán ciudadanos con espíritu crítico, exigentes con sus dirigentes, que es lo último que quieren TODOS nuestros políticos.